viernes, 4 de junio de 2010

xlvii





jugaba un juego, sin querer y queriendo, redundo y repito, suena musical...

la persecuciòn me apasiona, parece un juego de mi vida, de mi dìa a dìa, y hasta en sueños sufro persiguiendo o huyendo... a veces disfruto, a veces sufro, pero en todas sueño (y no hablo solo de sueños de ojos cerrados y conciencia censurada con ronquidos (osea que hablo tambièn de cuando estoy despierto (aunque yo no ronco)))

estaba parado, aburrido e inquieto, como todos los dìas de mi vida... esperando a alguien que sabìa iba a llegar en cualquier momento (esa era la parte aburrida)... entonces iniciè mi rutina de circo, mi juego de incertidumbre (con la seguridad de que nunca lograrìa mi objetivo)...

pensè en alguien... (quien sea (bueno, no quien sea, cualquier persona (bueno, no es cualquier persona, porque le seleccionè (es una selecta selecciòn (por cierto, no es quien estàs pensando))))) y luego esperè cada carro, cada buseta y cada sombra que pasara por la calle y apostè conmigo mismo: "a que ahì viene" (sabìa que siempre iba a perder, pero... ¿acaso no serìa interesante que, aùn teniendo la certeza de que nunca se tiene la razòn, algùn dìa llegara la persona escogida en el juego? (eso me distrae y me aleja del aburrimiento que me otorga la realidad de los acontecimientos de mi vida (quizàs por eso me lo paso en las nubes tan seguido (quizàs no sea el ùnico (hasta en las nubes jugarìa a pensar en alguien y esperar cada aviòn, cada avioneta, cada helicòptero, cada paracaidista, cada aeroliviano, cada parapente, cada nube, cada ventisca, cada lluvia, cada relàmpago, cada estrella (fugaz o estàtica) cada luna, cada sol, cada pàjaro, cada zamuro, cada partìcula de smog... y apostar conmigo mismo: "a que ahì viene"))) porque esa irrealidad que alimenta esperanzas (falsas) mantiene mi mente ocupada en un futuro inexistente (futuro que nuca va a existir))

pues resulta que en medio del juego sentì que alguien me perseguìa, cosa extraña, pues yo era el que debìa estar persiguiendo, o al menos sentirme perseguido pero por la persona con la que estaba pensando jugar... (insisto que no es quien estàs pensando)

su presencia era tan fuerte, que de verdad me sentì intimidado (vale que sì)

me escondì detràs de unas rejas, en donde me sentìa seguro pero podìa ver quièn me perseguìa...

y le vì por entre las rejas...

cosa màs grande, era el sol quien me perseguìa...

me asustè... y le mandè señales de yo con un espejo retrovisor para que se encandilara con mi ego (que estaba a flor de piel en ese momento (siempre que juego a ese juego debo tener mi ego asì (para aumentar la satisfacciòn))) y asì no me persiguiera màs, entonces se escondiò detràs de una nube... aprovechè que no me veìa y salì corriendo a mi casa, subì a mi cuarto y me escondì detràs de la persiana de mi cuarto (no es una persiana americana, màs bien parece made in china) para ver què habìa sucedido con el sol, si me seguìa persiguiendo (tengo que aceptar que me emocionè, pues habìa algo de realidad en una partida de mi juego no creada por mi (por eso dejè un poco entreabierta la persiana (china) de la ventana de mi cuarto))

y...

allì estaba...

imponente...

amarillo...

encandilante...

pero no amenazante...

tan raro...

sentì que me hacìa señales con uno de sus rayos para decirme algo...

entre temeroso y emocionado accedì (a la media hora de encandilamiento (ademàs me dì una ducha)) y salì a confrontarle...

¿què quieres de mì? ¿por què me persigues? ¿què es lo que deseas?

entonces me hablò con sus millones de lenguas de fuego sincronizadas en una frase totalmente intelegible...

me dijo:

sòlo querìa saludarte...


buen dìa, ¿còmo estàs hoy?

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