definitivamente la sangre es una vaina seria...
no se puede ser parte de una experiencia tan llena de sangre sin querer estar màs mezclado con ella...
la sangre te empalaga, te embadurna, se te enchicla en las coyunturas, te consume la vida, te alimenta el espìritu, te alimenta...
y lo màs interesante de todo es que la sangre mezclada con mùsica es un exquisito alimento...
alimento gourmet de nuestras vidas... sangre y mùsica
y alimento...
nuestra santìsima trinidad (sangre, mùsica y comida)
hablando de todo esto, me provocò un embutido de risotto a la pajarilla
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