jueves, 8 de abril de 2010
i
la luz pesa, de verdad, tiene un peso increìble...
diràn "claro, no tiene de què hablar y se pone a inventar pistoladas"... pero, ¿saben què?...
tienen razòn...
la luz se posa sobre mis hombros y me hace encorvar mi figura, podrìa ser que miro siempre donde piso, pero es culpa de la luz... deberìa agradecèrselo, pero a nadie le gustarà ver a un viejo que se parezca a su bastòn...
¿yo, viejo?... me quedan muchos años para darme cuenta de eso, incluso creo que mi cerebro no es tan veloz como para alcanzar la velocidad de las cèlulas de mi cuerpo... viejo en años, inmaduro de inmediato
la luz se clava en mis ojos como agujas, duele en el alma cuando se piensa en la oscuridad y de repente se despierta frente a la luz... no sè què es mejor, cerrar los ojos y soñar en la oscuridad o mantener los ojos penetrados por la luz... la luz pesa en los ojos... hay que pensarlo bien
la luz me empuja... yo le manoteo... le reclamo... y ella sòlo sabe decir "fotòn"...
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